Miércoles
8:39
Efectivamente, aún no he terminado el relato. Es más, no he vuelto a escribir nada desde que lo dejé el sábado. Huelga decir que sabía de sobra que era eso lo que iba a ocurrir. Ahora, aunque quede más día por delante del que debiera, resulta obvio que no podré acabarlo. Ni siquiera lo intentaré, claro.
Si queda más día por delante del que debiera es porque mi vecina del piso de arriba ha vuelto a afilar los tacones y, tras enfundárselos, los ha usado para taladrar el suelo -mi techo- mucho más temprano de lo que yo merecía. Es usted bajuna, vecina del segundo, y lo peor es que no lo sabe, porque de esto habría de darse cuenta. Quizás la convierta en personaje, pero no en el relato que empecé el sábado, sino en otro. Más tarde tomaré algunas notas.
23:26
La jornada ha vuelto a alargarse más de lo esperado. Tampoco he tomado nota alguna. Pero, oh, silencio: la lluvia.