lunes, 21 de septiembre de 2020

Parónimos

Viernes.
20:30

A principios del siglo XX, el publicista francés Auguste Derrière se convirtió en el maestro de lo absurdo. Fue gracias a su particular concepción del eslogan, de cuyos divertidos juegos de palabras que provocaban la risa floja del personal hizo su sello inconfundible. Sin embargo, con el paso de los años cayó, de forma inexplicable, en el olvido. En esa cueva inhóspita permaneció hasta que un grupo de publicistas decidió rescatarlo hace algún tiempo. A modo de merecido y necesario homenaje, estos profesionales elaboraron una serie de falsos anuncios humorísticos basados en el estilo Derrière y los plasmaron en sendas placas decorativas. Una de ellas recorrió océanos de tiempo pasando desapercibida ante decenas de ojos hasta llegar hoy a mis manos en el piso de Toledo al que acaba de mudarse Marta por trabajo. Sobre un fondo verde esmeralda, un campesino porta una carretilla con gigantescas mazorcas de maíz que emiten una alegre melodía. "Pour vos repas musicaux, préferez plutôt le maïs Davis". Quien no pille el uso de la paronomasia es que no ha hecho de madrugada el viaje de regreso de una boda en un coche semiautomático sin poder pasar de primera y escuchando Radio 3.


Sábado.
12:42

Ronald Koeman ha comunicado a Riqui Puig que no cuenta con él en la primera plantilla del FC Barcelona esta temporada. La noticia ha causado cierta sorpresa, acaso indignación en algún que otro parroquiano, pero no precisamente porque el jugador haya deslumbrado, más allá de escasos destellos esperanzadores, cuando ha tenido oportunidades. Si se analiza el asunto fríamente, el motivo de la indignación o esa clase de tristeza es que se desvanece la posibilidad de que la búsqueda del ansiado heredero de Xavi Hernández haya concluido. Sus nombres no son parónimos, pero sí se asemejan en su estilo de juego y hasta en su morfología. Canteranos, catalanes, menuditos, dinámicos, amigos del pase en corto y gurús de la solidaridad en el campo. Ver o esforzarse en ver en Puig al delfín de Hernández era comprensible, no culpo al culé por ello puesto que la simple idea emocionaba incluso al blaugrana profano, más aún en época de vacas flacas. Pero las ansias por cubrir el trono vacío han ocultado durante estos años una realidad quizá no tan cruda como cabe pensar al principio: Riqui no da la talla. Al menos, no todavía. Y en cualquier caso, si llegara a conseguirlo, su cadencia futbolística no será la misma que la de Xavi, del mismo modo que Auguste Derrière sólo hubo uno y que no existe melodía comparable al 'So what' una tarde de silencio, cafeína y celaje.




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